En su defensa, el presidente de San Lorenzo negó las acusaciones en una entrevista con TyC Sports. “No recibí ninguna coima, esto es parte de una cama que me hicieron”, expresó Moretti, quien también descartó la posibilidad de renunciar a su cargo. A pesar de su defensa, la AFA activó de inmediato el protocolo correspondiente y abrió una investigación formal para esclarecer los hechos.
El Código de Ética de la AFA establece en su Artículo 6 la “lucha contra sobornos y corrupción” como uno de los principios fundamentales. Las sanciones ante una posible infracción pueden ser severas e incluyen la expulsión del Comité Ejecutivo de la AFA o, en casos más graves, la “prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol”.
El Artículo 22 del mismo código detalla que “las personas sujetas al presente código no deberán ofrecer, ni prometer, ni dar o aceptar ningún beneficio personal o económico indebido, ni de cualquier otra índole, a fin de conseguir o mantener un negocio o cualquier otro beneficio deshonesto”.
La situación ha tenido repercusiones más allá del fútbol. En un contexto paralelo, el Gobierno Nacional también desplazó de su cargo a Francisco Sánchez Gamino, quien aparecía en la cámara oculta junto a Moretti. Sánchez Gamino se desempeñaba como director de Estudios para el Desarrollo Nacional, cargo dependiente de la Jefatura de Gabinete de la Nación.